Trágalo y evacúalo

Mi mente, esa vieja arrugada y viciosa, ha estado pariendo buenos vástagos últimamente.

El primogénito nació naturalmente y sin dificultades un lunes mientras cenaba. Los padres (sí, la vieja también es promiscua y distraída) fueron un pan con mermelada, una plática quejumbrosa acerca de una tesis y una pregunta/comentario inocente.
Se trata de un artefacto que le hará la vida más fácil a los matemáticos. Para echar andar el proyecto sólo necesito hacer una investigación de mercado y averiguar un poco más acerca de varias cosas.
Si el asunto sale como espero, les juro que invito las chelas.

El segundo retoño salió por cesárea y fue prematuro (cuestión de semanas). Se trata de un libro para niños con todo e ilustraciones. Tengo un mes para darle los últimos toques, escribirlo e ilustrarlo. Ya habian existido simulacros de cuentos, siempre con huecos en la historia. Pero ahora sí tíos, este es el bueno.

Gracias por las porras en el post anterior. He encontrado, en medio de mi desmadre mental/escolar/social las raíces del problema:

1. Me siento sola. En todos lados y con todos. Soy incapaz de crear conexiones de calidad con las personas. Suena triste, pero una vez que asimilas la idea, no es tan malo. Ves todo por la tangente y te das cuenta de muchas cosas. Además, la soledad es una musa.

2. Necesito crear.

Ya que saqué las larvas del cocotero la presión ha desaparecido, pero queda todo lo demás.

Foto del día:




















Ramas de un árbol de flores exóticas encontrado casualmente en un pradillo.